Su pasi n: las pendejas por Anciano Poeta Verde Su pasi n son las pendejasde entre 18 y 60 años y en las tardes de julio suele contemplarlasdesde la ventana del bar o confiter a: admiraesos rostros arm nicos de una belleza neocl sicaesas curvas...
Su pasi n: las pendejas por Anciano Poeta Verde Su pasi n son las pendejasde entre 18 y 60 años y en las tardes de julio suele contemplarlasdesde la ventana del bar o confiter a: admiraesos rostros arm nicos de una belleza neocl sicaesas curvas...
Su pasi n: las pendejas por Anciano Poeta Verde Su pasi n son las pendejasde entre 18 y 60 años y en las tardes de julio suele contemplarlasdesde la ventana del bar o confiter a: admiraesos rostros arm nicos de una belleza neocl sicaesas curvas...
CAPÍTULO I ALDEA DE LA LUNA EL INICIO -¡Sid!--¡¿Qué?!--¡¡Sigfri ed!!--¡¿Qué?!--¡Que vengas, te necesito!-La madre de Sigfried, un chico de dieciséis años de edad, lo llamaba a su hijo para que limpie las ventanas de su casa...
El anciano se sentó en el escalón de entrada a un comercio posadeño. Era de madrugada y ni un alma pasaba por las calles. Sólo él con sus pies cansados, después de deambular por la ciudad durante horas. Decidió sacarse las zapatillas...