De pronto quisiera ser como el Calamar que tiene tres corazones así, uno me serviría para sopesar las pérdidas, otro para amar incansablemente y otro para emprender. Bety sólo tuvo uno y le falló después de sus 60s...
Esta es nuestra abuelita con todo cariño Bety, quien a sus 40 y tantos si publico la edad me mata le da al palo y a la bocha sin tener nada que envidiarle a las de 20. Un poco en chiste...