Si supieras mí amada las cosas que ansío decirte y no acierto con esas palabras que brotan de adentro hoy son un volcán, que abrazan mi cuerpo y tú eres la lava que corre en mis venas en este momento...
Hoy te observo silencioso trajinar por nuestra casa aún en mí brilla la brasa de aquellos años mozos, al escribir siento cosas por años amontonados de cómo hemos cambiado antes, tersos, hoy rugosos...