CCXI Los Kveisunger no sabían bien qué hacer o cómo tomar a Ljottur. Lo consideraban medio idiota, pero después de unos días dio la impresión de que les inspiraba cierta tosca ternura, y empezaron a mostrarse protectores con él...
CCX Algunas de las reacciones de otros habitantes de Vinsdborg para con Ljottur eran lógicas o predecibles. Ninguna más que la de Hijo Mío, sin embargo. Emmanuel quería ser armado Caballero, así que haría cuanto Balduino le ordenara...
CCIX Así que al día siquiente Anders fue a Kvissensborg, y Balduino disfrutó así de una relativamente silenciosa jornada laboral, durante la cual pudo entregarse a lo que le interesada. Sus reflexiones lo llevaron, en primer lugar, a Tarian.
CCVIII Balduino halló muy interesante analizar las relaciones entre Ljottur y los demás miembros de la dotación de Vindsborg, lo que al principio se complicó, con Anders parloteando como cotorra todo el tiempo. Alguna indirecta le hizo...
CCVII Durante cierto tiempo, la adaptación de Ljottur y Arn a la vida en Vindsborg fue cosa ardua. Ljottur, al menos, ponía mucha voluntad. A él no había que repetirle las órdenes para que obedeciera...
CCVI A su debido tiempo, tocó a Balduino el turno de tatuarse, y antes de que Hendryk iniciara su labor, el pelirrojo le refirió la insólita escena presenciada momentos atrás. -¿Y?... -preguntó Hendryk, con aparente abulia...
CCV Balduino había proyectado, ese día, ir a ver a Gudrun; así que fue por Svartwulk y, de paso, sacó también a Slav para que anduviera un poco por ahí a su capricho, si su amo no se dignaba ir a Kvissensborg, posibilidad más que remota...