El viernes se alertó sobre una vulnerabilidad en Internet Explorer que permitía ejecutar código que estaba siendo aprovechada por atacantes. Al margen del peligro en sí del fallo, lo interesante de esta vulnerabilidad es la forma de ser explotada.
La acostumbrada práctica de leer contenido de correos electrónicos de cuentas personales de Gmail para ayudarse a vender avisos publicitarios es legal...